martes, 10 de noviembre de 2009

Arsenal, la otra pasión.


Nos remontamos muchos años atrás, más precisamente a 1943, para conocer el principio de esta historia. Por esos años, en el barrio de Sarandí, un equipo formado por los chicos de ese lugar, se juntaba todas las tardes a jugar frente a la casa de una reconocida familia, los Grondona. Julio y Héctor eran parte de ese conjunto, que se fue afianzando en los primeros años de la década del ´50. En esa época, se decidió afianzar el nombre de Arsenal Fútbol Club, en honor al famoso equipo inglés, quien por ese entonces ¨ era el único en el mundo, que jugaba lindo ¨. Los colores de la camiseta, eran representativos de los clubes vecinos más cercanos, Racing e Independiente.
Los primeros años vieron al club de Sarandí jugando en los potreros de la zona contra rivales de Avellaneda y Lanús. Eran partidos aguerridos contra General Madariaga, Pergamino, Sol Argentino y Belgrano en los que no faltaban las trompadas y la pierna fuerte. “Una vez, contra General Madariaga, íbamos ganando 2 a 0 y entró un loco a caballo con un revolver en la mano a tratar de suspender el partido. Al final, los muchachos lo pudieron convencer de que se vaya. En los fines de semana nos dábamos como en la guerra y después los tenía que atender en el mostrador de la ferretería”, contó Julio Grondona, quien por ese entonces, todavía trabajaba en el negocio familiar. Para terminar con todos esos problemas, a Julio se le ocurrió inscribir a Arsenal en la AFA y jugar en aficionados. Después de un esfuerzo económico grande entre la gente del barrio, Arsenal empezaba a escribir su historia en el fútbol argentino.
Oficialmente, Arsenal se afilió a la AFA el 3 de marzo de 1961 y en su debut en la categoría llegó a disputar la final. El rival fue Villa Dálmine y el partido se jugó en la cancha de Huracán. “Nosotros no teníamos idea de tácticas y nos ganaron. A los mejores no los marcábamos porque no sabíamos qué era un relevo”, comentó el actual presidente del fútbol argentino.
Un año después, esos errores no se iban a repetir. El 10 de diciembre de 1962 el Viaducto gritaba por primera vez “Campeón”. Fue un torneo notable en el que Arsenal resultó invicto. Los festejos se repitieron al poco tiempo. Después de dos años en la “C” (en el primer torneo finalizó 5º), el Arse subió a la “Primera B”. Fue en esa categoría donde el club estuvo por más tiempo contando con la presidencia de Julio Grondona quien arreglaba los contratos de los jugadores sobre un cajón de Coca Cola en la sede. Desde 1964 hasta 1984, Arsenal batalló respetando el buen fútbol hasta que llegó un duro traspié que derivó en un triste descenso. Pero de los errores se aprenden y el club demostró estar lleno de gente con valor. Por eso, en 1986 Arsenal volvió a la “Primera B” y en la temporada 1991/1992 logró el ascenso al Nacional B después de haberle ganado en la final del torneo Zonal Sureste a Alvarado de Mar del Plata jugando como visitante. En el Nacional impuso su juego y siempre fue un equipo difícil de superar. Finalmente, el sueño de llegar a Primera se concretó en el 2002, de la mano de Burruchaga como DT, tras vencer a Gimnasia de Entre Ríos.
Luego de varios años de regulares campañas en la primera división, llegó el momento de enfocar el rumbo en un torneo internacional, la Copa Sudamericana. Así es, que con Gustavo Alfaro sentado en el banco y la potencia goleadora del histórico José Luís Calderón, Arsenal le ganó la final de dicho torneo al poderoso América de Mexico, marcando otro momento histórico en la vida del club.
Algunos meses más tarde, gracias a la obtención del torneo sudamericano, el equipo de Sarandí viajó a Japón para disputar la Suruba Bank, frente al Gamba Osaka. Daniel Garnero era el técnico de turno y ya no estaban los goles de Calderón. Sin embargo gracias a un cabezazo certero de Carlos Castiglione, Arsenal fue una vez más campeón.
Las malas lenguas, hacen notar su opinión de que este club es ayudado por la AFA y que consiguió todos sus logros, gracias a que Julio Grondona es el ¨ dueño ¨ del futbol argentino. Sin embargo, los jugadores que vistieron esta camiseta, dejaron bien en claro dentro de la cancha, que Arsenal es lo que es, gracias al esfuerzo. Podrá no tener una gran cantidad de hinchas. No obstante, los pocos simpatizantes que siguen al club se sienten orgullosos de alentar a este equipo, que supo vivir malos tiempos. Pero que se repuso y hoy por hoy, es el que todos conocemos…

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